lunes, 31 de mayo de 2010

César Borgia

César Borgia (de nombre original Cèsar Borja, italianizó su apellido — en italiano, Cesare Borgia) fue Duque, príncipe, conde, condottiero,gonfaloniere, obispo de Pamplona, con 16 años, arzobispo de Valencia, con 19 años, capitán general del ejército del Vaticano y cardenalcon casi 20 años de edad, durante el Renacimiento. Investido además como Duque en Francia con unos 23 años de edad, este hispano-italiano, perteneciente a la familia de los Borgia, había nacido en Roma el 13 de septiembre de 1475, y murió en batalla en Viana, Navarra, el 12 de marzo de 1507, a los 31 años de edad.

Juventud
Segundo hijo natural del cardenal, de origen valenciano, Rodrigo Borja (después Borgia) —futuro Papa Alejandro VI— y deVannozza Cattanei, una patricia romana, tuvo dos hermanos: Juan (Joan o Giovanni) y Jofré (Godofredo), y una hermana,Lucrecia Borgia. El origen español de la familia venía del tío-abuelo de César, Alonso Borgia (1378–1458), obispo deValencia, elegido Papa Calixto III en 1455.

Uno de los secretarios de Alejandro hizo una carta astral sobre César nada más nacer, en la que vaticinó que tendría una vida fulgurante, de poder y gloria, pero que sería rápida y acabada en asesinato. El secretario no se equivocó en nada.

En 1486 fue destinado, junto con Lucrecia, bajo la tutela de Adriana de Milá, prima lejana de su padre. De ojos marrones y pelo naranja, César fue un niño agraciado, que se convertiría en un hombre alto, fuerte y con gran ambición, más que su padre. Fue un muchacho atlético durante su adolescencia, capaz de romper una lanza con sus manos, cabalgar hasta la extenuación de los caballos y lancear toros.

Su padre proyectó para él una carrera eclesiástica, como era tradicional para el segundón de las familias nobles, en tanto que su hermano Juan, nombrado duque de Gandía, ocuparía el cargo de capitán general de los ejércitos pontificios. Cargo que su hermano César ansiaba para sí.

Estudió teología y leyes en la universidad de Perugia; en Pisa, a los 17 años, César Borgia es consagrado protonotario del papado y nombrado obispo de Pamplona (1491). Antes de cumplir los 20 años ya era arzobispo de Valencia y poco después cardenal.

En 1495 fue arrestado por el rey francés Carlos VIII tras la invasión de Nápoles por parte del francés. Consiguió huir poco después.

En 1497 Juan Borgia apareció asesinado a orillas del río Tíber en Roma. Se especuló con que César estuviera relacionado con esta muerte. Sin embargo en plenas investigaciones, el papa Alejandro suspendió las mismas y se vio obligado a sustituir a Juan por César en el cargo de capitán general del Vaticano. En 1498 abandona la carrera eclesiástica, por la que no sentía el menor interés, siendo la primera persona de la Historia en renunciar al cardenalato, y se dedica a sus nuevos quehaceres militares, que desde siempre le atrajeron más. Cumplió así su deseo de ser un hombre de estado.

Carrera militar
En este año el rey de Francia, Luis XII, buscando una alianza con el Papa, nombra a César duque de Valentinois, siendo llamado «el Valentino». Se da a conocer en la corte francesa, en donde es admirado por su porte y contrae matrimonio con Carlota de Albret (1480–1514), hermana del llamado Rey de Navarra Juan III de Albret (1469 — casa con 14 años — 1516, con 47 años), en realidad Rey Consorte de la Reina Titular de Navarra Catalina de Foix (1468 — Reina titular de Navarra con 15 años de edad — 1517, con 49 años). Poco después es nombrado administrador de las posesiones de los Borgia. En 1499 acompañó a los ejércitos franceses en la toma de Milán.



Grabado de César Borgia.
Calculador y violento, César intenta en 1500 con el apoyo de su padre instaurar un principado en Romaña (que no rendía tributo al Papa) e inicia su conquista en la villa de Forli dominada por Caterina Sforza, quien se resistió durante mucho tiempo aunque después fue su amante y acabó recluyéndola en el castillo Sant'Angelo. Conquista Faenza, que le ofrece heroica resistencia, Imola y Pésaro y continúa su expansión por la Italia central invadiendo el ducado de Urbino. Su eficacia militar fue legendaria con la ayuda de generales como Ramiro de Lorca, Miquel Corella («Michelotto») o Diego García de Paredes. Por cada ciudad por donde estuvo fue aclamado y querido, siendo gran político y administrador público, justo y modelo de gobernante. Finalmente entró de forma triunfal en Roma en febrero de 1500. La actividad militar de César logró unificar los pequeños estados de la Italia Central en el Gran Ducado de la Romaña. Todo ello beneficiaría al papado que sobre esta base organizó el Estado Pontificio.

El pago de las tropas y los desacuerdos con Francia sobre la política a seguir en Florencia y Bolonia (que estaban amenazadas por César), origina que le surjan enemigos entre los condottieros de su ejército, que se rebelan contra él. La teórica reconciliación entre César y sus capitanes provoca la prisión y ejecución de los capitanes rebeldes en diciembre de 1502, tras haberlos acusado de preparar un atentado contra él.

Contrató, por un breve período a Leonardo da Vinci como arquitecto e ingeniero militar debido a la gran experiencia que éste tenía en estas lides, adquirida durante los años que trabajó para Ludovico Sforza antes de que fuera expulsado de Italia por Carlos VIII de Francia.

En 1501, César Borgia es nombrado duque de la Romaña. Político hábil pero cruel, en 1502 el 31 de diciembre para desembarazarse de sus principales enemigos los invita a su castillo de Senigallia y los hace asesinar.

En 1503 César y su padre, el Papa Alejandro VI, acuden a un convite del cardenal Adriano de Fornetto. Después del banquete, el Papa se sintió visiblemente deteriorado y murió de terribles dolores en su estómago, tal vez envenenado, el 18 de agosto de 1503. César soportó mejor el posible veneno. El 22 de septiembre de 1503 es nombrado Papa el cardenal Francesco Todeschini Piccolomini que toma el nombre de Pío III y hace encarcelar a César Borgia. Sospechosamente, Pío III muere 23 días después y es nombrado Papa el cardenalGiuliano della Rovere que toma el nombre de Julio II. Enemigo acérrimo de los Borgia, ordena de inmediato, en 1504, a Gonzalo Fernández de Córdoba («El Gran Capitán»), entregar a César al rey de Castilla para ser juzgado en España. Es encarcelado en Chinchilla y meses después lo trasladan al Castillo de La Mota en Medina del Campo.

Huida hacia la muerte
Una noche de octubre de 1506 se descuelga de la torre con la ayuda de un criado, pero es descubierto y la soga cortada. El destino quiere que un magullado César consiga escapar a lomos de un caballo. La reina Juana I ordena prenderle y pone precio a su cabeza.

Con intención de coger un barco que le lleve a Navarra, César llega a Medina del Campo fingiendo ser un mercader de grano. En Santander se disfraza y acompañado de unos comerciantes vascos embarca en un navío pero el estado de la mar le impide continuar más allá de Castro Urdiales. En esta localidad alquila tres mulas al convento de Santa Clara y pasa por Bermeo, Vergara, Atallo y el puerto de Azpíroz, hasta llegar el 3 de diciembre a Pamplona, su antigua sede episcopal, donde es acogido por su cuñado el rey de Navarra Juan de Albret.

Desde 1452, Navarra estaba en guerra civil entre dos facciones opuestas: los agramonteses, partidarios de los reyes Juan y Catalina, y los beaumonteses, partidarios del condestable del reino, el conde de Lerín. César se pone al servicio de su cuñado el rey Juan de Albret, quien lo nombra condestable y generalísimo o capitán de los ejércitos de Navarra.

Su primer objetivo militar es la conquista de la plaza beaumontesa de Larraga y, ante un fracasado intento, pasa a la villa de Viana en posesión del conde de Lerín. En marzo decide conquistar la villa y lo consigue, aunque no el castillo. En la noche del 11 de marzo de 1507, se desata una gran tormenta y César ordena retirar la vigilancia de la villa, lo que es aprovechado por sesenta jinetes del conde de Lerín, posiblemente con la colaboración de algunos vecinos, para evadir el cerco, entrar en la fortaleza a través de una poterna o pasadizo de las murallas, llamada tradicionalmente «Puerta del Socorro», y abastecer a sus defensores con víveres para un mes más.

Al amanecer, la guardia ve cómo los jinetes abandonan el castillo en dirección a Mendavia y dan cuenta a César Borgia. Éste, encolerizado al sentirse burlado y humillado se pertrecha, toma las armas y un caballo y se lanza en su persecución por el Portal de la Solana.

César no se percata que ha dejado atrás a su guardia y a sus soldados hasta que llega al término conocido como «La Barranca Salada».

Aquí tres hombres del conde de Lerín le preparan una emboscada, Garcés de Ágreda, Pedro de Allo y otro de nombre desconocido. Entablan combate con César, quien al intentar golpear a Pedro de Allo levanta el brazo dejando desguarnecido un espacio vital debajo del mismo. Este momento es aprovechado por Garcés para clavarle una lanza en el costado. César es derribado, cae a tierra y en el frío suelo lo rematan. Luego se apoderan de sus ropas y bienes y lo dejan allí completamente desnudo sin que se sepa exactamente quién es el caballero ahí tirado, hasta la llegada de Juanicot, paje de César, que se echó a llorar como un niño, abrazado a los despojos de su señor. El conde de Lerín, como buen caballero, le hace duelo y permite a Juanicot trasladar el cadáver a Viana para ser enterrado en la iglesia de Santa María. Su epitafio rezaba:

Aquí yace en poca tierra
el que toda le temía,
el que la paz y la guerra
en su mano la tenía.

¡Oh tú, que vas a buscar
dignas cosas de loar!
si tú alabar al más digno
aquí para tu camino,
no cures de más andar.
Este sepulcro permaneció poco tiempo en la iglesia de Santa María, ya que a mediados del siglo XVI, un obispo de Calahorra, a cuya diócesis pertenecía la parroquia de Viana, consideró un sacrilegio la permanencia de los restos de este personaje en lugar sagrado. Mandó sacarlos y enterrarlos frente a la iglesia en plena Rúa Mayor, «para que en pago de sus culpas le pisotearan los hombre y las bestias». El resultado final fue la destrucción del mausoleo.

En 1884 son localizados lo que se suponen sus restos en la Rua de Santa María o Calle Mayor, a los pies de la escalinata frente a la entrada principal de la iglesia, siendo dejados en el mismo lugar.

En 1945 se vuelven a exhumar los restos y se analizan, siendo depositados en 1953 a los pies de la portada de la iglesia, en el exterior pero dentro del recinto de ésta, bajo una lápida de mármol blanco que reza así: «César Borgia generalísimo de los ejércitos de Navarra y pontificios muerto en campos de Viana el XI de Marzo de MDVII».

Con motivo del 500 aniversario aniversario de su muerte se especuló con la posibilidad del traslado de sus restos al interior de la iglesia pero al parecer existen problemas legales para realizar este traslado.

Breve Historia del Lenguaje Runico

En la antigua creencia escandinava, las runas eran de origen divino (nórdico antiguo: reginkunnr). Esto se atestigua ya alrededor del s. VII a. C. en la inscripción de la piedra de Noleby, en Suecia (Runo fahi raginakundo toj[e'k]a..., que significa "Preparo la adecuada runa divina..." ) y en la piedra de Sparlösa del siglo IX (Ok rað runaR þaR rægi[n]kundu, que significa "e interpretar las runas de divino origen"). Más notablemente, en Hávamál, verso 80, se describe también a las runas como reginkunnr





Existen dos relatos sobre cómo las runas se dieron a conocer a los mortales. El Rígsþula cuenta como Ríg, identificado como Heimdall en la introducción, tuvo tres hijos de mujeres humanas: Thrall (esclavo), Churl (hombre libre) y Jarl (noble). Estos hijos se convirtieron en los ancestros de las tres clases de hombres que indican sus nombres. Cuando Jarl alcanzó la edad de comenzar a manejar armas y mostrar otros signos de nobleza, Rig volvió y, habiendo reconocido a Jarl como su hijo, le enseñó las runas. En 1555, el exiliado arzobispo sueco Olaus Magnus registró una tradición sobre un hombre llamado Kettil Runske que había robado tres bastones rúnicos de Odín y aprendido así las runas y su magia.






Las runas se desarrollaron de forma tardía, siglos después de los alfabetos mediterráneos de los cuales probablemente descienden. Existen similitudes con los alfabetos de origen fenicio (latino, griego, etrusco) que no pueden atribuirse a la mera casualidad. Uno de los antiguos alfabetos itálicos, el alfabeto rético de Bolzano, suele citarse frecuentemente como candidato a ser el origen de las runas, con sólo cinco runas del futhark antiguo ( e, ï, j, ŋ, p) que no tienen su correspondencia en el alfabeto de Bolzano. Esta hipótesis suele ser denegada por académicos escandinavos, que frecuentemente favorecen el origen latino de la mayoría de las letras rúnicas.
La tesis del origen itálico antiguo o etrusco del norte se apoya en la inscripción del casco de Negau que data del siglo II.
Las formas angulares de las runas son compartidas con la mayoría de los alfabetos contemporáneos de la época empleados en grabados sobre piedra o madera. Una peculiaridad del alfabeto rúnico, en comparación con la familia del itálico antiguo, es la ausencia de trazados horizontales. Las runas se escribían normalmente en los bordes de pequeñas piezas de madera. Los surcos primarios grabados recorrían la pieza de forma vertical, en dirección contraria a la de la veta de la madera: las curvas son difíciles de trazar, y las líneas horizontales se pierden entre las vetas naturales de la madera. Esta característica es también compartida con otros alfabetos, como las primeras formas del alfabeto latino empleadas en la inscripción Duenos.
La hipótesis del origen germano occidental especula con que el alfabeto rúnico fuera introducido por tribus germánicas del oeste. Esta hipótesis se apoya en que las inscripciones más antiguas (c. 200 d. C.), encontradas en ciénagas y tumbas en la zona de Jutlandia (las inscripciones de Vimose), muestran terminaciones de palabra que, siendo interpretadas por filólogos escandinavos como protonórdico, no han sido aún resueltas y son objeto de disputas entre lingüistas. Inscripciones como wagnija, niþijo y harija representan supuestamente los nombres de tribus. Como hipótesis se han propuesto los nombres de los Vangiones, los Nidensis y los Harii, tribus situadas en la zona de Renania.Dado que los nombres terminados en -io son una adaptación de la morfología germánica de la terminación latina -ius, y el sufijo -inius se convierte en germánico -inio-, la problemática terminación en -ijo en la declinación masculina del protonórdico podría resolverse asumiendo la influencia romana en la zona de Renania, mientras que el extraño final en -a de laguþewa (cf. Syrett 1994:44f.) puede resolverse aceptando que el nombre pueda ser germano-occidental.



Sin embargo, debe notarse que en el periodo temprano de la escritura rúnica se asume que las diferencias entre las lenguas germánicas son mínimas. Otra teoría asume una unidad germánico septentrional occidental que precede la emergencia del protonórdico, propiamente hasta el siglo V. Una sugerencia alternativa que explica la imposibilidad de clasificar las primeras inscripciones tanto de septentrionales como de occidentales es la propuesta por È. A. Makaev, quien asume un "koiné rúnico especial", un germánico literario temprano empleado por toda la comunidad germano-común tras la separación del gótico (siglos II a V), mientras los dialectos hablados se habrían hecho cada vez más diversos.
El génesis del Futhark antiguo se completó para principios del siglo V, con la piedra de Kylver convirtiéndose en la primera evidencia del orden del futhark, así como de la runa peorth.